Milan acumula unas semanas complicadas, en términos de resultados y por la Serie A 2023/24. Esto porque lleva cuatro partidos sin victorias, tras dos derrotas y misma cantidad en empates, lo que se profundizó, el último sábado, con el 2-2 ante Lecce, de visitante.
Tal situación ocasiona que los ánimos no sean los mejores en el Rossonero y eso lo plasmó su centrodelantero, Olivier Giroud. Es que el atacante francés protagonizó un altercado en el reciente juego en el Stadio Comunale Via del Mare, en el que excedió su furia hacia el árbitro Rosario Abisso y que le costó una expulsión.
Todo comenzó con un encontronazo con el defensor Marin Pongračić, en el que el juez no tomó partido de la situación. Posteriormente, el ex Chelsea reclamó ante el colegiado y, si bien vio la tarjeta amarilla, a modo de advertencia, no cesó en su enojo y sus protestas desembocaron en la roja, justo sobre el cierre del encuentro.
Pasaron tres días de lo acontecido, y tanto Giroud como el Diavolo conocieron el castigo por parte del Juez Deportivo. Finalmente, y en una sanción que generó algo de expectación, la Lega Serie A informó que el galo deberá perderse los próximos dos juegos en el campeonato.
Por lo tanto, después de la Fecha FIFA, Milan no podrá contar con el pasado futbolista de Arsenal para el choque con Fiorentina, en el San Siro, pactado para el próximo 25 de noviembre, y el siguiente Frosinone, el 2 de diciembre.
Esta baja del francés será de peso para el conjunto de Stefano Pioli, en su lucha por mantenerse en los primeros puestos del torneo, ya que se trata de su máximo goleador, con siete anotaciones, siendo el segundo con más tantos entre todos los jugadores de la liga. Tan solo lo supera el argentino Lautaro Martínez, con 12 conversiones en Inter.
No obstante, entre esos dos duelos, el nacido en Chambéry podrá decir presente en el cruce con Borussia Dortmund, por la quinta fecha del Grupo F de la UEFA Champions League. Recientemente, en la competición continental, los italianos festejaron su primera conquista contra Paris Saint-Germain, en la calificada como "zona de la muerte".
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