Después de 30 años, El Salvador vuelve a estar bajo la influencia de la mosca del gusano barrenador, en los 90´s tardó 5 años para poder ser erradicada en el país, lo cual se logró a través de una inversión millonaria a nivel de Centroamérica por parte del gobierno estadounidense.
La principal diferencia entre la mosca del gusano barrenador y una mosca común radica en su tamaño, color y comportamiento. La mosca del gusano es de mayor tamaño y presenta un brillo metálico de color azul verdoso, con ojos anaranjados y tres líneas oscuras en la espalda. Sus larvas invaden heridas y tejidos vivos de animales de sangre caliente, como vacas, caballos, perros, gatos e incluso humanos. En contraste, la mosca común es más pequeña, de color gris o marrón, y carece del tono metálico. Sus larvas se alimentan de materia orgánica en descomposición.
Según los especialistas, el incremento de las temperaturas que se han registrado en los últimos meses abona a que está mosca se propague rápidamente en el territorio salvadoreño, acortando su ciclo de vida.
De no controlarse la plaga, a nivel nacional se podría reducir la producción de carne y los derivados de la vaca.
Más de 2,000 cabezas de ganado y decenas de perros y gatos ya se están infectados por el gusano barrenador a nivel nacional.