Al escalar, se fortalecen los músculos de todo el cuerpo, se mejora la flexibilidad y se incrementa la resistencia cardiovascular. Además, este deporte potencia la concentración y reduce el estrés, promoviendo un bienestar integral. Practicar escalada también fomenta la confianza en uno mismo y el trabajo en equipo, siendo una actividad ideal para quienes buscan un desafío tanto físico como mental.