Entre estos incluido uno que busca revertir la ciudadanía por derecho de nacimiento en Estados Unidos, argumentando que la decisión es una violación flagrante de la Constitución del país norteamericano.
La demanda siguió a un par de casos similares presentados por la Unión Americana de Libertades Civiles, Organizaciones de Inmigrantes y una futura madre en las horas posteriores a que Trump firmó el decreto, marcando el primer litigio importante que desafía partes de su agenda desde que asumió el cargo el lunes.