China se ha consolidado como uno de los destinos favoritos para el turismo del mundo debido a su riqueza cultural, entre sus atractivos figura la Ciudad Prohibida, un emblemático complejo construido en 1406 y que sirvió como residencia de 24 emperadores. Tiene una extensión de 720,000 kilómetros cuadrados y alberga cientos de edificios. Su nombre hace alusión a que al recinto solo tenían acceso los miembros de la familia imperial y sus sirvientes. En la actualidad es una parada obligatoria para los visitantes extranjeros, aunque la afluencia de visitantes destaca en el turismo interno.
Son miles de chinos originarios de varias provincias que visitan a diario el recinto cultural, algunos vistiendo atuendos de la época, para la foto del recuerdo, los niños también aprenden de sus antepasados.
Uno de los aspectos más impresionantes de la Ciudad Prohibida es su conservación. A pesar de los siglos que han pasado, el palacio ha mantenido su esplendor original. Cada sala, jardín o espacio cuenta una historia. Lugares por los que alguna vez caminaron emperadores, concubinas y cortesanos, y que los visitantes pueden recorrer.
Este complejo, símbolo de la historia de China, y de impresionante arquitectura, se sitúa a unos 20 minutos de Pekín, y la entrada solo cuesta 40 yuanes es decir unos cinco dólares.