La alimentación en alto rendimiento no se trata solo de qué comer, sino también de cuándo y cómo comer. La sincronización de las comidas y la suplementación, en caso necesario, pueden marcar la diferencia en la preparación y recuperación de un atleta. Trabajar con un nutricionista especializado es fundamental para crear un plan alimenticio personalizado que maximice el rendimiento y minimice el riesgo de lesiones o fatiga.