El demócrata está utilizando sus últimos días en la Casa Blanca para una serie de acciones de clemencia que buscan anular penas de prisión que considera demasiado severas. La reciente ronda de perdones otorga al mandatario el récord presidencial de indultos y conmutaciones en el país norteamericano.
Todo esto se produce mientras Biden sigue estudiando la posibilidad de conceder indultos generales a funcionarios y aliados que la Casa Blanca teme que podrían ser atacados injustamente por el nuevo gobierno.