El 88.7% del territorio salvadoreño es considerado zona de riesgo, por lo que las fuertes precipitaciones agudizan las zonas vulnerables a derrumbes e inundaciones.
Expertos señalan que las zonas más vulnerables se ubican en las laderas, principalmente, en la cantera de Ilopango.
Si bien en otros puntos no hay peligro por derrumbes, existen la posibilidad de la formación de cárcavas en la carretera.