Una cosecha más y María Ramírez quiere aprovecharla al máximo, tiene 67 años de edad y busca cortar lo más que pueda, el trabajo es complicado, sacrificado pero es la única esperanza económica del año que encuentra al vivir en las faldas del volcán de San Salvador.
Duro pero real, la recolección de café inicio hace unas semanas en el país, este año el pago aumento, por arroba recolectada cada persona gana $1.93 de doral, muchos dirán que es poco sin embargo para los cortadores se trata de una bendición.
Las fincas están invadidas de adultos mayores, personas que por la edad ya no tendrían que estar trabajando pero en la zona rural eso es imposible, lo testifica Isabel Ramírez a sus 73 años, para todos es la abuelita Chave, una señora a quien respetan porque todos los días le inyecta ánimos a la pesada jornada.
Es el ambiente que se vive en los cafetales, este día el trabajo comenzó a las 7:00 de la mañana y hay optimismo porque los surcos o tablones asignados están cargados, algunos esperan hacer más de 5 arrobas porque se han trazado una meta económica que esperan alcanzar, entre ellos está el único joven que ha llegado a esta finca, tiene 18 años, se llama William Méndez y sus deseos de convertirse en un profesional lo tienen aquí.
William vive en una comunidad donde asegura las oportunidades de superación jamás han existido pero quiere marcar la diferencia en su familia precisamente para sacarla adelante y sabe que lo logrará trabajando desde ya, aquí donde el sol pega fuerte pero por la altura la brisa fresca hace menos sofocantes las jornadas, aquí donde todos los años estas personas se ganan la vida honradamente.
Afortunadamente la temporada de corte dura algunos meses, exactamente desde finales de octubre hasta mediados de marzo al menos en esta zona y para este año las proyecciones son favorables porque todo indica que la cosecha de café será mejor que el año anterior y eso significa más trabajo, más ingresos para los cortadores de este fruto.