Es una cosecha poco conocida en El Salvador, la encargada de este proceso es Ana Romero quien con mucha delicadeza recolecta cientos de hongos, hablamos de hongos comestibles popularmente identificados como hongos ostra.
Es un emprendimiento agrícola que encontramos en los Planes de Renderos, San Salvador, en una fresca propiedad en uno de los puntos más altos de la zona los amigos Gustavo Pérez y Camilo Melara, le apuestan a esta siembra.
Por determinado tiempo estudiaron las generalidad del hongo ostra, descubrieron que es considerado como un alimento de gran valor nutricional por su alto contenido de proteína, fibra y minerales, así que decidieron producirlo como una curiosidad sin imaginar que en cuestión de meses se convertiría en una fuente de ingresos económicos.
Tocaron y tocaron puertas, fue así como llegaron al centro nacional de tecnología agropecuaria y forestal Centa, para recibir asesoría e impulsar el proyecto, aprendieron a cultivar de forma artesanal utilizando olote de maíz como sustrato, también fueron capacitados en la siembra de semilla y en el cuido del cultivo para lograr producciones exitosas en estas especies de cuartos especiales.
El hongo ostra se desarrolla literalmente en bolas de olotes que se mantienen en bolsas plásticas bajo temperaturas entre los 16 y 22 grados centígrados, cada formación es llamada maceta y da cosecha hasta por 8 semanas, claro, manteniendo las condiciones requeridas, de lo contrario como cualquier otro cultivo puede ser atacado por plagas.
Gustavo y Camilo son amigos desde niños y aseguran que nunca pensaron trabajar juntos pero el destino los tiene aquí, hoy en día se han convertido en dos ejemplares y exitosos productores de hongo ostra, las cosechas que recolectan todo el año son comercializadas en diferentes negocios a nivel nacional, la mayoría restaurantes que ofrecen comida saludable cuya carta de presentación es precisamente el hongo que sale desde las propiedades de estos emprendedores agrícolas.