El grooming es el acoso sexual de una persona adulta a un niño o un adolescente, por medio de internet, pero en este caso el agresor se hace pasar por otro menor de edad para engañar a sus víctimas y es aquí donde inician las fases del grooming:
Primero el acosador crea un vínculo de confianza con sobornos o mentiras, luego busca aislar a la víctima de sus familiares y amigos para ponerlo en una posición vulnerable, posteriormente este groomer realiza una evaluación de posibles amenazas o peligros, es decir que indaga si alguien más sabe sobre esta relación, para iniciar con su principal objetivo, tener conversaciones y peticiones de índole sexual.
Actualmente los jóvenes se sumergen en las redes sociales a edades más tempranas, por ejemplo, en Latinoamérica, 3 de cada 10 niños tienen acceso a su primer dispositivo antes de los 9 años, y más del 60% de los menores de edad permanecen conectados al menos 4 horas al día, aunque en otros países el tiempo en línea, supera las 7 horas.
En el caso de El Salvador, la Red Grooming Latam, señala que más del 77% de los entrevistados desconoce que es el grooming, algo preocupante, ya que debe estar informado sobre este tipo de acoso, para identificar las señales cuando un menor de edad pueda estar siendo víctima de estos ciberdelincuentes.
El informe detalla que 4 de cada 10 niños han sostenido conversaciones con desconocidos, y en Latinoamérica más del 15% expresaron que les habían solicitado fotografías o videos desnudos o semidesnudos.
Los padres de familia dicen que es necesario estar pendiente de las redes sociales de los menores de edad, ya que se exponen a varios peligros en las plataformas digitales o los chats de videojuegos, en algunos casos sus hijos ya tuvieron experiencias de este tipo, por lo que han tomado medidas.
Combatir los delitos cibernéticos se ha convertido en un reto para los gobiernos, ya que estos delincuentes operan de forma transnacional para la explotación sexual de menores o la pornografía infantil.