Con los máximos honores de Estado fue despedido el director de la Policía Nacional Civil, Mauricio Arriaza Chicas, en un cementerio privado ubicado en San Salvador.
El dolor de la separación y la tristeza por darle el último adiós era evidente en los rostros de los familiares, amigos y elementos de la corporación que asistieron al sepelio.
La esposa e hijos de Arriaza Chicas aprovecharon para destacar la labor que el comisionado general realizó al frente de la institución policial con la ejecución del plan control territorial y la guerra contra las pandillas.
Con un minuto de silencio, se abrió paso para el momento más doloroso que era despedir su cuerpo.
Al sepelio asistieron miembros del gabinete de seguridad además del Fiscal General de la República, y el director de centro penales.