Las lluvias irregulares sobre todo en el mes de Julio, han provocado dificultades para los productores agrícolas; de acuerdo con la cooperación estadounidense. Las pocas precipitaciones en algunos países han provocado una menor disponibilidad hídrica y el incremento de tormentas en otras zonas propició la aparición de plagas y enfermedades en cultivos. Esta situación ha incrementado los costos de producción de los agricultores, problemática que comparte campo en El Salvador.
El corredor seco centroamericano sigue siendo una de las zonas más impactadas por los fenómenos climáticos, a tal punto que USAID proyecta que hasta enero de 2025; muchos hogares rurales pobres padecerán de inseguridad alimentaria. Productores nacionales sostienen que, de cumplirse los pronósticos de abundantes lluvias para estos próximos tres meses, los cultivos sobre todo de frijol podrían estar en peligro.
La agencia también estima que los salarios de los jornaleros podrían mejorar a partir de octubre con las primeras cosechas de café y caña de azúcar. Sin embargo, en el agro salvadoreño la mano de obra es escaza y la juventud ya no quiere trabajar la tierra.
USAUD espera que los precios de los granos básicos comiencen a disminuir con las cosechas de septiembre, cuando el mercado se abastece de nuevo producto y se da paso a más reservas; sin embargo, no garantizan que esto disminuya significativamente la inflación alimentaria en la región.