Habitantes de las comunidades Brisas de San Jacinto y Altos de San Roque viven con temor constante, al menos tres viviendas están en riesgo inminente de ser sepultadas por un posible deslave, provocado, según denuncian los residentes, por trabajos de terracería que realiza una empresa constructora en la zona.
Los afectados aseguran que no solo sus casas están en peligro, sino que al menos 300 viviendas podrían resultar dañadas si la situación se agrava. Entre los residentes hay adultos mayores, niños y personas con discapacidad, lo que incrementa la preocupación ante una posible emergencia.
Yasmín Méndez, una de las afectadas por el primer deslizamiento ocurrido el pasado 1 de junio, relató cómo su vivienda fue invadida por el lodo tras una fuerte tormenta.
Según Carlos Rodríguez, un acuerdo entre las autoridades y la empresa ha logrado que inicien trabajos de mitigación para evitar nuevos delizamientos, pero advirtió que se necesita más apoyo técnico y maquinaria.
Mientras tanto, las familias siguen viviendo con incertidumbre, esperando una solución definitiva para evitar tragedias debido a que las lluvias ya empezaron y con intensidad.