Las enfermedades tropicales desatendidas están muy extendidas en las regiones más pobres del mundo, donde la inocuidad del agua, el saneamiento y el acceso a la atención de salud distan mucho de ser óptimos.
Las ETD afectan a más de 1,000 millones de personas en todo el mundo y están causadas por diversos patógenos, como virus, bacterias, parásitos, hongos y toxinas.
En el 2022, a pesar de los retos que se enfrentan a nivel mundial, como la pandemia de covid-19 y la crisis económica, 47 países eliminaron al menos una ETD a finales del año y programas de lucha contra estas obtuvieron mejores resultados que en el 2021.
Según la Organización Mundial de la Salud, estás enfermedades están desatendidas porque están casi ausentes de la agenda sanitaria mundial, es decir reciben poca financiación y están asociadas al estigma y la exclusión social.
Son enfermedades de poblaciones descuidadas y perpetúan un ciclo de malos resultados educativos y escasas oportunidades laborales.