El Salvador podría convertirse en un tercer país receptor de migrantes de otras nacionalidades, así lo informan medios internacionales, este acuerdo ya había sido negociado durante el primer mandato de Trump; sin embargo, nunca se implementó, pero las nuevas políticas de migración en Estados Unidos podrían hacer necesaria esta medida, ya que algunos países como Venezuela limitan o rechazan las deportaciones de sus connacionales, el representante de la fundación de estudios para la aplicación del derecho, señala que si bien el país no está preparado para recibir de forma masiva a migrantes, es necesario se trabaje en el tema.
La medida permitiría a estas personas deportadas de otras nacionalidades permanecer en El Salvador mientras continúan sus procesos, en la mayoría de casos, a la espera de asilo.
El primer contacto entre Estados Unidos y El Salvador, fue precisamente sobre migración ilegal, los mandatarios además hablaron sobre cómo podrían acabar con pandillas transnacionales como el “Tren de Aragua”, tomando en cuenta que Trump ha prometido que los primeros deportados serían personas con antecedentes criminales.