Muchos de nosotros no podemos vivir sin escuchar música a lo largo del día y no es para menos, pues incluso este estímulo tiene poder en nuestros estados de ánimo.
Sucede que diversos estudios han demostrado cómo es que ciertas canciones nos llenan de energía, mientras que otras nos relajan o, incluso, nos hacen llorar.
Según mencionan, esto se da porque la música activa varias áreas del cerebro, incluyendo aquellas que se encuentran relacionadas con las emociones y las memorias.