La siguiente es una historia de superación, en Santa Ana conocimos a un joven que busca alcanzar sus sueños y ante la falta de oportunidades decidió cortar cabello, el caso da un giro porque estamos hablando de una persona que perdió sus manos.
Lo encontramos aprovechando los primeros rayos del sol, su nombre es Miguel Hernández y aunque no es agricultor este día decidió deshierba una pequeña propiedad, imposible no concentrarse en él, Miguel trabaja con toda normalidad a pesar que hace algunos años perdió sus manos.
Todo ocurrió en la calle principal del caserío Primaverita en el cantón Primavera de Santa Ana, justo donde sigue residiendo, Miguel apenas tenía 9 años cuando se electrocuto, perdió las manos y en su cuerpo aun se observan más de 10 cicatrices que le recuerdan aquel día, todos lo daban por muerto, lloraban sin esperanza pero como un milagro se levanto de la camilla de un hospital en la cual paso más de un mes, aun era un niño y relata que le costó regresar.
Aunque parecía imposible se cargo de optimismo y aprendió a vivir así, es de familia humilde lo cual le obligo aun más a rebuscarse para ganarse la vida, comenzó a trabajar en maquilas y hacia otras faenas, increíble pero cierto, sin manos, durante la pandemia las oportunidades se volvieron escazas así que viendo tutoriales aprendió a cortar pelo, comenzó entre familia pero luego en el caserío se conoció lo que Miguel hacia y poco a poco gano clientes.
Recuerda que dio el paso con una maquinita prestada, pero ahorro y logro comprar su propio equipo, confiesa que fue complicado aprender, sin embargo desarrollo una habilidad impresionante, así fue como de manera improvisada en un pequeño cuarto habilito su emprendimiento, espacio donde a diario lucha para lograr sus sueños.
Sueños por los cuales está dispuesto a seguir trabajando incansablemente, Miguel tiene 26 años de edad y es todo un ejemplo de perseverancia, es el admirable peluquero sin manos del caserío Primaverita.