Las festividades navideñas están llenas de tentaciones dulces, pero moderar el consumo de azúcar es clave para mantener una buena salud. Los excesos pueden aumentar los niveles de glucosa en sangre, contribuyendo al desarrollo de resistencia a la insulina y elevando el riesgo de diabetes tipo 2 a largo plazo. Además, el azúcar en exceso se convierte en grasa acumulada, favorece el aumento de peso, provoca cansancio y aumenta la probabilidad de desarrollar caries.