Duterte recibió una orden de detención de Interpol a su llegada al aeropuerto principal de Manila y se encuentra bajo custodia.
La guerra contra las drogas fue la principal política de campaña de Duterte, que llevó al poder al inconformista alcalde en 2016, cumpliendo las promesas que hizo durante sus encendidos discursos de matar a miles de narcotraficantes.