Estas escenas son recurrentes en las calles del país, los conductores del transporte colectivo quienes, de forma impaciente, tratan de adelantar o incorporarse a la vía, muchas veces provocando accidentes de tránsito, pero como en todo, existen motivos, muchas veces estas personas se ven afectadas por su entorno laboral.
La mayoría tratan de relajarse a pesar de las circunstancias, revelan que es muy difícil ser motorista, a veces por tratar de cumplir con el reglamento ordenado por las autoridades o sus jefes son maltratados por los usuarios, por ejemplo, aquellos usuarios que exigen bajarse en zonas que están prohibidas.
Una persona que está constantemente bajo condiciones similares puede desarrollar algún tipo de trastorno psicológico, esta experta asegura, que el descanso juega un papel importante en la salud mental de los motoristas.
Algunos empresarios del sector transporte público han hecho esfuerzos y capacitan a los conductores en temas relacionados al trato con personas, respeto del reglamento y de qué forma comportarse.
Mientras que las autoridades del Viceministerio de Transporte, reconocen que es necesario tener a conductores saludables mentalmente, este año iniciaran la construcción de una escuela para motoristas, donde se educará a quienes ya se dedican a esa tarea y a aspirantes a manejar transporte colectivo.
Esta propuesta surge en medio de las muchas necesidades que se tienen en el sector transporte, la crítica de usuarios es recurrente, el maltrato que reciben de algunos conductores.
En El Salvador hay 9,700 unidades entre buses y microbuses que prestan un servicio colectivo, en lo que va del año, este sector ha provocado más de 84 siniestros viales, dejando un número que sobrepasa los 77 lesionados y al menos 7 personas fallecidas, estadísticas que han incrementado si se compara con el mismo periodo de 2024.