Durante toda su vida, Jaime Quintanilla se ha dedicado a ser zapatero, un oficio con el que ha sacado adelante a su familia, sin embargo su único medio de sustento estaría por finalizar, ya que en los próximos días deberá desalojar el lugar donde trabajó por 14 años.
Y es que recientemente estos zapateros recibieron una notificación por parte del dueño del inmueble, que debían desalojar las instalaciones, según César Gómez quien lleva más de dos décadas en el rubro, aseguró que desde septiembre del año pasado la municipalidad capitalina les prometió reubicarlos en otros sectores, pero hasta el momento no han recibido una respuesta.
Alquilar un nuevo local una opción poco favorable para ellos, debido a los elevados precios de arrendamiento, durante más de una década estos zapateros solo se encargaron de pagar luz y agua del establecimiento, ahora su futuro es incierto.
Esta situación ha ocasionado que la cantidad de zapateros en la zona disminuya, de 14 iniciaron brindando su servicio en reparación de calzado y bolsos, ahora solo quedan 10.