Fomentar la felicidad en los niños requiere construir un ambiente lleno de amor y apoyo. Es fundamental que los pequeños se sientan escuchados y valorados, especialmente cuando expresan sus emociones, evitando que el miedo o el juicio frenen su confianza. Además, establecer rutinas sólidas no solo brinda seguridad, sino que también fortalece su sentido de independencia. Dedicar tiempo de calidad en familia y celebrar pequeños logros refuerza su autoestima y bienestar emocional.