Cerca de 600 capturas han realizado las autoridades de seguridad durante las últimas horas, entre estos se encuentran cabecillas de estructuras delincuenciales que estarían tras la ola de violencia registrada el 25 y 26 de marzo, solo en esta última fecha, 62 personas fueron asesinadas, una situación alarmante que llevó al gobierno a decretar estado de excepción, declarando una guerra contra las pandillas para frenar los homicidios.
El despliegue de los elementos policiales y militares se mantiene a nivel nacional, para sacar de las calles a los delincuentes, acciones que no se harán solo en la zona urbana, sino también en la rural donde muchos pandilleros tratan de ocultarse.
Incluso hay zonas conflictivas donde se mantendrán soldados y agentes policiales realizando inspecciones a través de controles de acceso.
El ministro de Seguridad afirmó que tras estas detenciones hay un trabajo coordinado con la Corte Suprema de Justicia para contar con los jueces necesarios para procesar a los acusados y que respondan por los delitos cometidos.
Tras la entrada en vigencia del régimen de excepción, se amplió el procedimiento administrativo de detención a 15 días, brindando más tiempo a la Fiscalía para que pueda recabar más pruebas contra los capturados en estos operativos.