El aumento de construcciones sin planificación y la tala de árboles se han convertido en factores determinantes de las inundaciones urbanas, según las autoridades.
Estas prácticas impiden que el agua de lluvia sea absorbida por el suelo, lo que provoca el colapso de los sistemas de drenaje y serios daños en la infraestructura.
El gobierno reportó más de 731 emergencias por lluvias, de las cuales casi la mitad están relacionadas con árboles caídos y el resto con deslizamientos e inundaciones.