Cada país de América Latina tiene sus propias medidas sancionatorias para los conductores que manejan bajo los efectos del alcohol.
Recientemente, en El Salvador, debido a la nueva Ley de Tránsito, los choferes tiene tolerancia cero a bebidas alcohólicas; es decir, no importa la cantidad ingerida de este líquido. Si se evidencia que consumieron alcohol, se le iniciará un proceso penal.
A raíz de esta medida, un chofer señalado de conducción peligrosa, podría recibir hasta 10 años de prisión.