El juez federal de distrito en Manhattan, anunció la sentencia después de que Menéndez le dijo, entre lágrimas, que había perdido todo lo que le importaba, excepto a su esposa.
Los fiscales habían solicitado una pena de prisión de 15 años para el demócrata que fue condenado por múltiples cargos, incluyendo actuar como agente de Egipto al vender su considerable influencia en Washington por sobornos valorados en cientos de miles de dólares.