El tribunal resolvió aceptar la solicitud de la defensa de la exmandataria, que pedÃa que se le otorgara la prisión en su domicilio atendiendo al hecho de que tiene 72 años, fue presidenta del paÃs y sufrió un intento de asesinato.
La justicia no aceptó, en cambio, que Fernández no usara una tobillera electrónica, y dio la orden de que se le instale el dispositivo de vigilancia.
La dos veces presidenta y una vez vicepresidenta fue condenada por administración fraudulenta en contratos de obras públicas en la provincia de Santa Cruz.