Nuestro hogar no solo debe ser considerado como el lugar donde nosotros podemos descansar, sino también uno que nos inspire calma y calidez.
Para esto es importante tenerlo organizado y uno de los primeros pasos a realizar es tener zonas distribuidas en los diferentes ambientes de nuestro hogar.
Por ejemplo, el hecho de tener una zona de preparación, una de cocción y una de lavado en la cocina puede evitar el desorden y facilitar las tareas diarias.