El estrés es uno de los problemas más comunes en las personas y aunque no parezca, además de afectar a nuestro cerebro, también deja estragos en otras partes de nuestro organismo.
El estómago, por ejemplo, es uno del os órganos afectados, pues entra en un estado de alerta como respuesta de lucha o huida, hinchándose debido a hormonas que afecta la función normal del aparato digestivo.
Y es que, en lugar de enfocarse en la digestión, el cuerpo redirige la energía a los músculos y al cerebro, lo que puede causar espasmos en los músculos del estómago e intestinos.