Teresa Méndez, durante 30 años trabajo vendiendo embutidos en el edificio 6 del mercado central; negocio que quedó reducido a cenizas por el incendio, sus pérdidas ascienden a 3,000 dólares, inversión que le costó varios años de trabajo y sacrificios conseguir.
Marta Rojas es otra comerciante que se quedó sin fuente de ingresos debido a que las llamas consumieron su puesto de venta donde comercializaba chicharrones y manteca. Ella es una de las inquilinas antiguas de este mercado, ya que tiene más de 50 años de vender entre sus paredes. Asegura que volverá a comenzar desde cero a pesar del fuerte impacto económico que representó perder su negocio.
Ambas negociantes esperan que las autoridades les den una alternativa para su situación, ya que afirman que por el momento no les han dicho que sucederá con ellos.
Después de varias horas de espera, los afectados pudieron ingresar a las instalaciones para recuperar parte de las pertenencias que sobrevivieron a las llamas, en especial los alimentos como carnes y embutidos; el resto de bienes materiales estarían siendo evacuados en las próximas horas, una vez se desalojen los escombros del lugar.