Las autoridades incautaron 18 microbuses y 8 vehículos que eran usados para transporte privado, además fueron capturados 2 de los principales testaferros de esta pandilla.
El primer caso es el testaferro Elmer Cruz Marroquín, quién tenía 18 microbuses de la ruta 45AB, pero en realidad fueron comprados con dinero de la extorsión y registrados a su nombre. Cruz Marroquín entregaba las ganancias a los cabecillas.
El segundo caso es el de 8 vehículos, que fueron incautados al testaferro Santos Antonio Quezada, los vehículos pertenecían a la pandilla y Quezada los administraba, él recibía un porcentaje de las ganancias.
Al ser propiedad de los terroristas, no eran extorsionados, sin embargo ambos testaferros simulaban el pago de la extorsión, para que otros empresarios no sospecharan de sus negocios ilegales.
Los pandilleros no volverán a recibir ganancias provenientes de la extorsión y los prestanombres pasarán más de 30 años en la cárcel.