La capa de ozono es un fino escudo de gas situado en la atmósfera de la tierra que protege el planeta, absorbe los rayos ultravioleta del sol y ayuda a preservar la vida, pero a consecuencia de las actividades humanas, factores contaminantes y nocivos, se produjo el agujero de ozono, un daño preocupante, pero que con esfuerzos globales poco a poco podría remediarse, de acuerdo a la Organización Meteorológica Mundial, quien señala que, si se mantienen las políticas actuales, se espera que la capa de ozono recupere los valores de 1980 en la Antártida para el 2066, el protocolo de Montreal y otros acuerdos internacionales han sido claves para obtener avances.
El director de incidencia de la unidad ecológica salvadoreña, Luis González, señala que sumado a ello también se le debe prestar atención al cambio climático y el calentamiento global.
Pese a los esfuerzos, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres, sostiene que es esencial adoptar nuevas medidas de protección para evitar más impactos negativos en el planeta tierra.