Un 8% es el estimado de la caída de precios de los alimentos en 2023 a escala internacional, esto de acuerdo con proyecciones del Banco Mundial.
El último informe sobre perspectivas de los mercados de productos básicos revela que este descenso de costos será el más acelerado desde inicios de la pandemia, lo que afectaría las perspectivas de crecimiento de casi dos tercios de las economías en desarrollo que dependen de las exportaciones de este tipo de productos.
La inflación anual en el precio de los alimentos se ubica desde febrero en un 20% en todo el mundo y se estima que la caída en precio de los productos básicos no serán de alivio a las casi 350 millones de personas que viven con inseguridad alimentaria.
Para este año se proyecta, en cifras generales, el costo de los productos básicos disminuya un 21% con respecto al año pasado; sumado con la caída de los precios de la energía en un 26% y el precio del petróleo crudo que promediará los 84 dólares por barril.
Por otro lado, el precio de los fertilizantes bajará en un 37% representando la mayor caída anual desde 1974, pero los costos se mantendrán cercanos a los últimos máximos observados durante la crisis económica de 2008 y 2009.
Expertos recomiendan a los países evitar aplicar restricciones comerciales y proteger a los ciudadanos más pobres mediante programas de apoyo a los ingresos en lugar de controles de precios para evitar mayores afectaciones en la economía familiar.
Proponen a los bancos centrales de los países mantenerse alertas a una serie de factores como una oferta inferior a la prevista de petróleo, la intensificación de las tensiones geopolíticas o condiciones climáticas desfavorables; ya que estos podrían impulsar los precios al alza y aumentar las presiones inflacionarias a nivel mundial.