Según las investigaciones, entre el 2023 y 2025, estas personas operaban en los alrededores de Sertracen donde ofrecían alterar los resultados de pruebas reprobadas, a precios de entre los 800 y 1,000 dólares, para la obtención rápida de las licencias de conducir.
Las personas que adquirían estos servicios no se sometían a los exámenes regulados por la ley para obtener licencias de conducir y en algunos casos no sabían leer ni escribir.