Durante el ciclo menstrual, las necesidades nutricionales cambian. En la fase menstrual, consumir alimentos ricos en hierro, como espinacas y carnes magras, ayuda a reponer las reservas perdidas. En la fase folicular, los alimentos ricos en proteínas y grasas saludables, como nueces y pescado, favorecen el equilibrio hormonal. En la fase ovulatoria, optar por frutas frescas y verduras proporciona antioxidantes esenciales. Finalmente, durante la fase lútea, los alimentos ricos en magnesio, como el plátano y el chocolate negro, pueden ayudar a reducir los síntomas premenstruales.