La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, declaró estado de emergencia e impuso un toque de queda nocturno en el centro de la ciudad, que abarca 2.59 km², luego de que disturbios y saqueos repetidos dañaran negocios y edificios públicos desde el lunes.
Durante una conferencia, Bass afirmó que la medida, que inicia a las 20:00 horas, busca contener la ola de violencia, mientras la policía y equipos de emergencia intensifican su despliegue para restaurar el orden.
La decisión, que prioriza la seguridad tras el caos, incluye restricciones de circulación y reforzamiento de patrullas en zonas críticas.