La pandilla cometió esta matanza entre el jueves y el sábado pasado, después de que su líder los acusara de haber hecho brujería para que su hijo cayera gravemente enfermo.
Según informó previamente la organización de derechos humanos CDP-Haití, gran parte de las víctimas, asesinadas con cuchillos y machetes por la banda, eran mayores de 60 años.