Durante la tercera edad, el cuerpo experimenta cambios que pueden favorecer el desarrollo de enfermedades como diabetes, osteoporosis, demencias y afecciones cardiovasculares.
La prevención incluye adoptar hábitos saludables como una dieta equilibrada, ejercicio regular y el abandono del tabaquismo. También son esenciales las revisiones médicas periódicas, vacunaciones y exámenes específicos.
El bienestar emocional es igualmente importante. Por ello, se recomienda promover actividades sociales y contar con un entorno de apoyo.